Antes de subir los videos proyectados en clase, les recuerdo las cuatro características principales del pensamiento filosófico:
- Asombro: Viene del griego "thaumasía", que significa extrañeza, sorpresa y admiración ante lo que no se puede entender o explicar y que nos impulsa a conocer. Recuerden el fragmento "Un ser extraño" del libro de Jostein Gaarder, El mundo de Sofía: el asombro es inherente al hombre, a quien le es tan extraña su existencia que las preguntas filosóficas vienen por sí solas.
- Duda: El filósofo pone a prueba y cuestiona sus creencias, percepciones y conocimientos. La duda nos impulsa a buscar nuevas respuestas; no sólo opiniones y creencias, sino conocimientos basados en la razón. Utilicemos la metáfora de “la piedra en el zapato” y no vayamos tan cómodos sin ella, es más, traigamos rocas, como decía la prima de Samantha.
- Reflexión: Viene del latín "reflection", que quiere decir encorvarse o doblarse sobre sí mismo; en este sentido, reflexionar significaría considerar el propio pensamiento, concentrar la atención sobre nosotros mismos y con ello, conocer el mundo. Visualicen la imagen de El pensador de Auguste Rodin.
- Pregunta: Es el punto de partida para el filósofo y, al mismo tiempo, refleja las causas de asombro y de incertidumbre; la pregunta expresa puntualmente lo que se quiere conocer.
En su Crítica de la razón pura, Emmanuel Kant distinguió cuatro preguntas filosóficas que, si bien se han planteado de formas diferentes a lo largo de la historia, han caracterizado a la filosofía desde los presocráticos hasta nuestros días.
Las cuatro preguntas son: ¿qué puedo conocer?, ¿qué debo hacer?, ¿qué debo esperar? y ¿qué es el hombre? Más adelante reflexionaremos sobre ellas.
Bibliografía:
Ángulo, Parra, Yolanda. Filosofía. Santillana. México D.F., 2009.
Camacho, Ledesma, Ma. Gabriela, López, Matínez, Ma. Itzel. Filosofía. Progreso editorial. México D.F., 2009.
Gaarder, Jostein. El mundo de Sofía. Siruela. Madrid. 2004.
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